El primero resultó correoso en la muleta de Octavio Chacón. Fue noble, exigente y se movÃa pero siempre echándole un ojo al gaditano y saliendo con la cara alta. Chacón no acabó de encontrarse a gusto y mató de entera. El cuarto fue otro noble que respondió. En los primeros instantes de faena consiguió por el derecho una tanda destacable que valoró el público. Tardó en pillarle al natural y cuando le exigió los dio uno a uno. Faena a menos y mató de estocada baja.
El segundo tuvo casta en su embestida y Daniel Luque vio pronto el buen pitón derecho. Fue noble y aunque el viaje de la embestida era corto el sevillano se acopló y dejó dos tandas por ese pitón con toreo relajado. Al probarlo al natural por primera vez resultó menos agradecido pero cuando le bajó la mano respondió. Mató de estocada caÃda y desprendida y saludó ovación. Sin probaturas ante el quinto cogió la muleta con la derecha y sacó muletazos destacables en tandas cortas. Se vino pronto a menos el de Victorino y ahà quedó la firmeza del sevillano ante la exigencia del público. Media estocada que necesitó del descabello.
El tercero fue protestón en la muleta de Emilio de Justo. Lo probó y lo intentó con Ãmpetu el extremeño pero no hubo manera de rascar. Pinchó y fue silenciado. Ante el sexto llegó lo mejor de la tarde con un noble toro de Victorino que humilló y delante tuvo a un Emilio de Justo para mandar y templar en muletazos despaciosos. Ya se dio cuenta de salida para lancearlo a la verónica y dos medias muy toreras. Morenito de Arles y José Manuel Pérez saludaron en banderillas. El público estaba metido en faena y Madrid vibró viendo al astado arrastrar la cara por el albero de Las Ventas ante las manos templadas de De Justo en faena inteligente y con sentimiento. Se tiró a matar con todo y la estocada entró entera aunque desprendida. Oreja de peso para Emilio de Justo.