FICHA DEL FESTEJO
- Alejandro Mora: Oreja / Oreja
- Álvaro Alarcón: Oreja / Oreja
- Leandro Gutiérrez: Silencio / Ovación
FICHA DEL FESTEJO
Fotogalería: Bartolomé Bernal
Foto-galería: BARTOLOMÉ BERNAL
Foto-galería: Bartolomé Bernal, cedidas por Burladero.TV
Tauroemoción ha dado a conocer los seis astados que se lidiarán mañana en Ávila, en la primera corrida de la historia de Adolfo Martín para toreo a caballo. Seis animales muy en el tipo de la ganadería a los que se medirán: Rui Fernandes, Diego Ventura y Leonardo Hernández.
El festejo dará comienzo a las 19:00, en un festejo que ha levantado gran expectación y para el que apenas quedan entradas.
Foto-Galería: Bartolomé Bernal
Foto-galería: Bartolomé Bernal, cedidas por Burladero.TV
Soto de Roma es uno de esos lugares donde todo bien aficionado desearía perderse, por su belleza, por su misticismo y por el pedacito de historia de la tauromaquia que aguardan los toros de Gavira, puesto que proceden en su origen de la ganadería más antigua de cuantas existen, la de Raso de Portillo.
Los toros castellanos del Raso, pasaron por diversas manos y fueron bajando a lo largo de la geografía española hasta llegar a José Antonio Marzal, quien en los años 30 añadió un semental de Pablo Romero, otro del Conde de la Corte y vacas de origen Ybarra. En 1956, don Salvador Gavira Sánchez adquiere esta ganadería para cumplir con el sueño de su hijo Antonio, que por aquel momento apenas tenía 16 años de edad, y decidió sacrificar toda su vida para dedicarse plenamente a la ganadería. Tras muchos años de lucha, y cosechar ya numerosos éxitos, en 1985, y con la intención de dotar a su toro de mayor cara, adquiere un toro de Salvador Domecq y un lote de vacas viejas del mismo hierro.
Durante su fructífera vida ganadera, don Antonio Gavira esculpió un toro reconocible y con personalidad propia. Un toro con rizos en el morrillo, bajo, con badana; de patas finas, con buen cuello y unas caras reconocibles y serias con esa vuelta de pitón tan característica. La nobleza es la base de esta ganadería que tantos y tantos triunfos ha propiciado a las máximas figuras de todas las épocas. Desde Manolete, hasta Morante de la Puebla, pasando por S.M. «El Viti», El Cordobés, Palomo Linares o el recordado Iván Fandiño. Todos ellos han podido apreciar las mieles del triunfo, acompañados de las personales y lentas embestidas de los toros de Gavira.
Tras la muerte de don Antonio, sus hijos se hacen cargo de la ganadería, pero tras una serie de desavenencias familiares y diferentes criterios, tanto ganaderos como empresariales, deciden repartir la ganadería. Desde el año 2015, Juan Antonio Gavira y Almoraima, son quienes ostentan el hierro original e intentan mantener el legado de su padre, de la mano de la prudencia y la sostenibilidad. Juan Antonio, farmacéutico de profesión y ganadero por devoción, es quien a día de hoy regenta la ganadería, ya que su hermana Almoraima se desvinculó dos años más tarde al cambiar de residencia, aunque ayuda siempre que puede en tareas veterinarias. La crisis ha llegado en el peor momento posible, ya que tras la partición, Gavira lidió por última vez en la plaza de toros de Las Ventas en el año 2016 – cuando se lidió un gran toro que le tocó en suerte al maestro Curro Díaz – y desde entonces no ha podido volver a estar presente en ninguna feria.
Durante una amable y sincera charla con Juan Antonio, hablamos de la terrible crisis que está sufriendo el mundo del toro – y la que está por venir -, pero él no va a reblar en su lucha y sabe que toda ganadería pasa por momentos buenos y por momentos complicados, y confía en poder aguantar con las 60 vacas madre que tienen a día de hoy, para poder volver a ver los toros de Gavira en las grandes ferias en el año 2023.
Mientras, los aficionados podremos disfrutar del paraíso del toro en Soto de Roma con las visitas que el propio ganadero realiza en su finca, para que quien lo desee, pueda conocer cómo vive el animal más bonito de cuantos existen, desde que nace hasta su plenitud.
Queremos agradecer a Juan Antonio su inmejorable trato y desear a la ganadería Gavira, toda la suerte del mundo en esta nueva etapa.
Foto-galería: BARTOLOMÉ BERNAL, cedidas de Burladero.Tv
El Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid le ha rendido homenaje a César Rincón con motivo del 30 aniversario de aquella temporada de 1991 en la que el colombiano revolucionó la plaza de Las Ventas al lograr salir por la Puerta Grande en cuatro ocasiones de manera consecutiva, un hito que aún ningún otro torero ha logrado igualar.
El acto se ha celebrado este sábado al mediodía en el ruedo de Las Ventas, engalanado para la ocasión con varios óleos de Diego Ramos con Rincón como protagonista. En el homenaje, además del maestro colombiano y su familia, han estado presentes varios compañeros de profesión, como los toreros José Ortega Cano, Curro Vázquez, Juan José Padilla, Víctor Mendes y David Luguillano, entre otros, además de ganaderos, periodistas taurinos y múltiples aficionados.
Presentaba el acto David Casas y, tras él, tomaron la palabra Manuel Molés, el director gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, Miguel Abellán, Adolfo Suárez y, finalmente, ha intervenido uno de los hijos de Rincón, cuyo discurso ha emocionado visiblemente a su padre. Como broche, César Rincón ha sido llevado a hombros por sus compañeros hasta la Puerta Grande, saliendo en volandas, una vez más, por la plaza de toros más importante del mundo.
El 1 de octubre de 1991, César Rincón entró en la historia de la Monumental madrileña al lograr su cuarta salida a hombros seguida en una misma temporada. A las dos cosechadas en San Isidro -con toros de Baltasar Ibán y Murteira Grave- y a la obtenida en la Corrida de Beneficencia -con ejemplares de Samuel Flores-, el colombiano aceptó anunciarse en la Feria de Otoño y volvió a alcanzar el éxito tras desorejar a su lote de Joao Moura. Pero más allá de los triunfos numéricos, Rincón ha sido un torero querido y respetado en todas las plazas en las que ha hecho el paseíllo, muy especialmente en Madrid. Este sábado, ese cariño se ha hecho patente una vez más.