Sergio Hueso

Pocos son los toreros afortunados de despertar el rugido de Madrid, Fernando lo consiguió en pasado domingo, cuando cuajo a un gran “ESCOLAR” ante el albero madrileño. Desde las 9 de la noche del pasado 18 de septiembre y hasta la fecha de hoy, no ha habido ningún aficionado que no haya dejado de hablar, ver y sentir la exquisita faena que el madrileño realizó en su tierra.

Veintidós han sido los años de alternativa que ha necesitado para realizar la mejor faena de su carrera, tal y como él mismo relataba al día siguiente de su triunfo histórico a nuestros compañeros de aplausos. No solo ha sido su mejor faena, sino que además (quedando todavía una potente feria de otoño por delante) ha podido ser la mejor faena de la temporada venteña.

La pena fue, que tan solo unas seis mil almas, fueron las agraciadas de ver algo histórico. Pues cuando se elaboran carteles en formato desafío, siempre corren esas cifras numéricas en los tendidos de la plaza de toros más importante del mundo. Los que no pudimos estar allí, debemos dar las gracias a las nuevas tecnologías que nos han hecho llegar numerosos vídeos, y hemos podido hacernos la idea de lo que sucedió allí esa tarde.

A este tipo de toreros, la suerte nunca los acompaña al 100%, y esta vez decidió jugarle una mala pasada con los aceros, convirtiendo así las tres orejas que podría haber cortado durante toda la tarde, en tres clamorosas vueltas al ruedo.

Estoy convencido de que Robleño se ha quedado con la mejor sensación de Madrid, y la afición madrileña con el mejor Robleño. Pues debe ser consciente de que muchos toreros acaban su carrera sin tener el privilegio de escuchar el “Olé” de la capital en su plenitud, y Fernando ya lo ha saboreado en su máximo esplendor.

Ahora le espera Zaragoza otro puerto de alta montaña, en una feria que ha sido muy cuestionada y analizada, pero que, mirando en lo más profundo de las combinaciones en el ciclo del pilar, podemos ver que se encuentran toreros que tienen mucho que decir en la tauromaquia, además de un cartel muy rematado el día 14. Ojo con Zaragoza, que podría sacar nuevos toreros para las principales ferias de la temporada venidera.

El pasado fin de semana viví una de las sensaciones más bonitas que se puede sentir como aficionado. Decidí desplazarme a un pueblecito cerca del mío para ver un festejo, y uno de mis amigos (que nunca había mostrado especial afición taurina) decidió acompañarme para ver de primera mano como era una corrida de toros.

Él nunca había asistido a un evento de esta categoría, y como tal, me propuse explicarle detenidamente cada suceso que se desarrollaba durante la lidia de los animales, para que pudiera entender la celebración de la fiesta taurina.

El cartel era de un nivel medio, y para serles sinceros la tarde no fue brillante (en lo que artísticamente se refiere) pero las sensaciones con las que salí del coso andorrano fueron muy satisfactorias.

Pues cuando finalizó el festejo (sin darme tiempo a preguntarle que le había parecido el festejo) me dirigió la siguiente expresión: “La verdad que me lo he pasado genial esta tarde, al final esto de los toros no está tan mal. ¿Cuál será la próxima a la que irás?”

A pesar de mi juventud veinteañera, llevo once años de aficionado y en ningún festejo me había ocurrido lo de aquella tarde. Quizás a ustedes queridos lectores, la columna de hoy les parezca muy simple. Pero hoy y más que nunca, me apetecía reservar unas líneas para contar esta bonita experiencia que me llevo en mi recuerdo de aficionado.

La mayoría de los jóvenes (como ya se ha mencionado en numerosas ocasiones) se mueven por las diferentes corrientes sociales, y no por su propia personalidad. Les aseguro que mi amigo, solo me acompañó por pasar una tarde diferente, y resulta que salió de la plaza preguntándome cuando era la próxima.

Los animo queridos lectores a llevar a sus familiares, amigos etc.… a la plaza, seguro que de esta manera generamos nuevos aficionados. Porque cuando no se siembra, no hay trigo para recoger …

Si somos realistas la semana pasada la feria bilbaína no fue la mejor de los últimos años. Es cierto que artísticamente pasaron cosas (aunque tampoco muchas), pero a nivel económico, entiendo que los nuevos empresarios no estarán muy satisfechos. Las entradas de público que se han vivido durante este “Aste Nagusia” no han sido las más ilusionantes.

No se han agotado las entradas en ninguno de los nueve eventos celebrados en el nuevo “Biva Bilbao”, el día que mejor entrada se registró fue el día que toreo Roca Rey (tres cuartos de entrada). Pues a la vista está que el peruano es quién más público lleva a las plazas (especialmente joven).

Ya no hay tiempo de lamentos, pero si de hacer análisis y diseñar soluciones para 2023. La primera temporada en manos de los Chopera-Bailleres (nueva empresa arrendataria del coso de Vista Alegre) no ha sido la más esperanzadora.

Quizás la bajada de precio seria un punto muy positivo. Porque recordemos que venimos de una crisis “pandémica” que ha azotado a las carteras de muchas familias, y esto parecen no tenerlo muy claro la mayoría de las empresas (recordemos que en la feria de otoño en Madrid ha habido un incremento del 40% respecto al año pasado).

Ir una familia a una tarde de toros, no puede convertirse en un acontecimiento de lujo, pues si esto sucede, solo llenarán los tenidos un puñado de personas, y el resto deberán verlo a través del sofá en su casa.

También, hay que cuidar el trapío y la presentación de los toros. Pues Bilbao siempre ha sido la plaza que más seriedad ha presentado junto con Madrid. Y este año me atrevo a decir, que salvo Santiago Domecq y Dolores Aguirre, el resto de ganaderías, no han mantenido el estatus ganadero que caracteriza la ciudad norteña.

Toca sentarse en la mesa y trabajar de verdad de cara a 2023, pues de lo contrario estaremos perdiendo el bastión más fuerte que tenemos en la actualidad en el norte de España.

Asturias no podía quedarse sin toros este año, ya que, tras la cacicada de Gijón, alguien tenía que atarse los machos y trabajar para al menos dar toros en un pueblecito situado en un rincón del norte, donde tanto la empresa Tudanca Toros, junto con Mundotoro han trabajado de la mano para llevar hasta allí un cartel muy apetecible para la afición asturiana.

Con todos los temas burocráticos existentes en nuestro día a día, organizar cualquier tipo de espectáculo cuesta un tiempo y dinero impensable, con lo cual, imagínense cuando se hace en un pueblecito norteño donde el ruedo instalado será portátil. Y a esto debe sumarse toda la promoción que se ha hecho para divulgar el festejo por toda la península y medios de comunicación.

El cartel salta a la vista; pues en él se encuentran los tres escalafones juntos: un rejoneador, un “nuevo” torero y un novillero de los más punteros en la actualidad. Andy Cartagena, Isaac Fonseca, y Daniel Medina¸ se medirán ante seis astados de Fermín Bohórquez.

Gracias a esta iniciativa (como ya hemos dicho al principio) Asturias no se quedará sin toros (a pesar de las numerosas quejas de diferentes partidos políticos, que no han puesto nada fácil la celebración de este evento), pues cabe destacar que en los últimos años es una de las comunidades autónomas que menos festejos organiza a lo largo de la temporada.

Si a eso le sumamos que este año Gijón se queda sin toros, estábamos hablando de que podía ser la primera vez que la comunidad asturiana no viese toros en todo el año. Por suerte, no va a ser así.

Ahora solo queda que mañana se llene la portátil hasta la bandera, y Asturias saque a relucir su raza taurina. Estoy convencido de que el domingo estaremos hablando de algo que habrá pasado a la historia de la tauromaquia.