Rafael González ha recibido una fuerte cornada en el toro de su alternativa en la plaza de toros de Las Ventas. El madrileño cuajó una faena estimable, con buenos detalles y gusto; ciñéndose al animal y mostrando actitud y ganas. Brindó la muerte del animal a su padre, en un gesto emotivo y directo. Al cerrar su actuación realizó unas ajustadÃsimas bernardinas, resultando empitonado a la altura del tercio superior del muslo de la pierna izquierda.
A pesar de lo aparatoso del percance y de una absoluta invalidez en la pierna herida, quiso permanecer en el ruedo e intentó ejecutar la suerte suprema en una ocasión. Finalmente tuvo que ser recogido por su cuadrilla y ser trasladado con rapidez a la enfermerÃa del coso, desde dónde se esperan noticias.