El Partido Animalista PACMA ha cosechado una auténtica debacle electoral en Andalucía. Unos resultados que ponen de manifiesto que cuando la situación política y social se pone cruda, el voto deja de tener una connotación superflua y el voto se vuelve útil.
Sí ya en las anteriores elecciones los resultados mostraron que el partido animalista no tenía un electorado para llegar siquiera a un escaño en el parlamento andaluz, la jornada de ayer les ha reducido la capacidad electoral a la mitad. En 2018 el número de votos quedó cercano al 2% y unos 70.000 votos; mientras que en las de ahora el número de papeletas no ha llegado al 1%, superando apenas los 35.000 votos.
Andalucía siempre ha marcado el ritmo de la política nacional. El nacimiento de las nuevas formaciones políticas irrumpieron por primera vez en un parlamento en esta región y, tiempo después, dieron el salto al Congreso de los Diputados. Quién sabe si esta vez, de nuevo Andalucía marcará el pulso y en la próximas elecciones nacionales la formación animalista verá esfumada la mitad de su electorado de nuevo.
